Riiinnng!!! Suena el timbre. Desde mi despacho, llamo casi en grito a Micalet y Blanca, para que vayan ellos a abrir. Como siempre, al final acabo yendo yo, pues o están en babia, o se hacen los sordos.
Read MorePapá, María y yo hemos leído que en Australia las cafeterías ofrecen a sus clientes lo que llaman Babyccinos.
Son capuccinos para niños y adolescentes. A los niños les encanta imitar a sus padres y hacer lo que ellos hacen. A partir de esta idea, han nacido los babyccinos.
¡Café filtro! Gritaba Micalet entrando en la cocina donde yo estaba, preparándome una infusión de rooibos.
– ¿Qué pasa?
– Maria me ha escrito un whatsapp y me dice que este sábado, Josep nos va a hablar del café filtro.
– Me alegro, pues aunque no te lo creas, en las casas únicamente teníamos cafeteras para hacer café filtro. Hasta hace unos pocos años no hemos tenido cafeteras para hacer un café espresso y solo podíamos tomarlo en los bares y en las cafeterías.
Read MoreMicalet y María tuvieron una semana de vacaciones escolares. Durante toda la semana Micalet estuvo con el ordenador, con el móvil, con la tablet. Imagino que estaba investigando algo y hablando “tecnológicamente” con María.
De vez en cuando venía y me preguntaba si a mí me gustaría tomar el café de distintas formas. – Le dije que sí, que el café en manos de un buen barista puede elaborarse de distintas formas y cada una tiene su momento. ¿Por qué me lo preguntas? – le dije.
– María y yo hemos pensado que igual que en un restaurante hay una carta de platos, en una cafetería habría que tener una carta café. Y estamos elaborando una para presentársela a Josep.
Read MoreMicalet se pasó varias semanas escribiéndose por whatsapp con María. De vez en cuando se llamaban por teléfono y se veían todos los sábados en la cafetería.
A veces, tras “mensajearse”, tomaba un montón de notas en su tablet. Otras, y sobre todo cuando hablaba, se ponía colorado y tras colgar se quedaba ensimismado, en otro mundo. De hecho, su hermana, le decía que estaba “empanao”.
La verdad es que yo estaba intrigadísimo con tanto trajín, la curiosidad me consumía.
Al final contagié a Blanca y a Laura, mi mujer. Todos estábamos deseosos de saber que pasaba. Laura pensaba que lo que Micalet se traía entre manos era algo sobre el café. Blanca decía que no, que Micalet se había enamorado y estaba en ello. Y yo, no sabía que pensar.
Read MoreDespués de unas semanas sin venir a la cafetería, pues tenía exámenes, Micalet me acompañó un sábado.
Nada más llegar, Josep hizo una seña a una preciosa chica rubia y sonriente. Se nos acercó y dándonos dos besos a cada uno, nos dijo
– Hola, soy María, la hija de Josep. Vosotros debéis ser Miquel y Micalet. Mi padre me ha hablado mucho de vosotros y me ha dicho que Micalet es un entusiasta del café.
Cuando volvíamos de la cafetería Micalet me enseñó una hoja donde ponía que se había celebrado en España el primer campeonato de Aeropress, organizado por Barista Kim.
Dijo – Esta cafetera se llama Aeropress. Fue inventado en 2005 por Alan Adler. Y además, traigo 3 paquetitos con café recién molido que me ha dado Josep para que practique.
Read MoreEra domingo y Blanca que habitualmente entre-semana vive en la capital, pues está estudiando en la facultad, estaba aún en pijama. Hacía poco que se había levantado y había acabado de desayunar.
Me dio un beso y me dijo, ahora vuelvo papá.
Al momento volvió arreglada como una señorita y traía un paquetito envuelto en una cinta con un lazo y una tarjeta.
De nuevo sábado y Micalet se presentó delante de mí como un auténtico hipsterdispuesto a ir a “trabajar” como él decía. Me quede impresionado con el aspecto que presentaba.
– ¿Dónde vas con esa ropa? ¿Y el sombrero? Le dije.
– Es mi uniforme de trabajo, no puedo desentonar en la cafetería.
– ¿Y la Tablet?
– Es mi libreta y bolígrafo pero electrónicos para tomar notas, apuntes, pedidos…
– ¿Y la cámara?
– Para hacer fotos de la cafetería y de los cafés que prepara Josep.
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