Chocolate y café, una pareja de baile perfecta.

Era domingo y Blanca que habitualmente entre-semana vive en la capital, pues está estudiando en la facultad, estaba aún en pijama. Hacía poco que se había levantado y había acabado de desayunar.

 

Me dio un beso y me dijo, ahora vuelvo papá.


Al momento volvió arreglada como una señorita y traía un paquetito envuelto en una cinta con un lazo y una tarjeta.
Me dijo – papá aunque con retraso, te traigo tu regalo de cumpleaños. Había sido la semana anterior.
Cerré la tercera novela policíaca de John Verdon “Deja en paz al diablo” que estaba leyendo y frunciendo la frente, cogí el paquete, pues mis hijos no son especialmente dados a los regalos (entiéndase al hecho de regalar, lo cual no quiere decir que siempre están dispuestos a recibirlos…).
– Destapa primero el paquete y luego lees la nota.

Así lo hice y tras retirar el lazo descubrí dos tabletas de chocolate, uno puro al 70% y otro con trocitos de naranja.
Hay que decir que Blanca es una choco-maníaca declarada. Le gusta el chocolate en todas sus formas y maneras: puro, con leche, en crema, en salsa, en tarta, en mousse, a la taza…
De hecho cuando se toma un café, nunca se lo toma solo, siempre usa una cápsula caffitaly de café y otra cápsula caffitaly de chocolate, lo que ella lama un café-choc.

La nota, escrita a mano, decía: “El café y el chocolate son la prueba de que el universo nos ama y quiere que seamos felices. Combínalos y tendrás una experiencia celestial que te seducirá. Es un maridaje lleno de cafeína que te asombrará”

Levanté la cabeza, Blanca estaba expectante, bajé la cabeza y continué leyendo.

INSTRUCCIONES DE USO

Tras preparar tu taza de café, elije el chocolate que te gustaría probar. Asegúrate de vivir plenamente cada paso en este viaje sensorial.

1. Llena una cucharilla con el café de la taza y apoyándola sobre el borde de los dientes cerrados, aspira. Se genera un aerosol de café, que llenará toda la boca e impregnará cada una de las papilas gustativas de la lengua, paladar… y podrás detectar las diferentes notas de tu café. Disfruta de todos sus aromas y sabores.

2. Huele el chocolate y saborea su aroma, parte un trozo y escucha el chasquido. Toma un pedazo pequeño y deja que se derrita lentamente en tu boca.

3. Para apreciar completamente el olor del chocolate, asegúrate de que inhalas por la boca y por la nariz al mismo tiempo – esto potencia los sabores y aromas, percibiéndolos plenamente en tus sentidos.

4. Piensa en el aroma, la textura, el tiempo que se necesita para fundirlo en la boca.

5. Cuando por fin has ingerido el chocolate, ten en cuenta el sabor y el tiempo que tarda en desaparecer.

6. Inmediatamente tomar otro sorbo de café y observa cómo los sabores se combinan con el chocolate que acabas de probar.

Levanté la vista y le dije – Blanca, ya sabes, prepárame un café.
– Voy a maridarte el chocolate puro con un café Caffitaly Cremoso y más tarde te haré un maridaje del chocolate con trocitos de naranja con un café Caffitaly Intenso. Y ya me dirás que tal ha sido la experiencia sensorial, si has llegado al éxtasis.

Me trajo el café y cumplí el ritual que indicaba la tarjeta. Aunque la experiencia sensorial no llegó al éxtasis, fue verdaderamente maravillosa.
Ahora comprendo un poco más a Blanca en su faceta choco-maníaca.
Me levanté de mi sillón y simulando la actitud de un mafioso, abracé a mi hija, le di un beso en cada mejilla y acercándome a su oído, le susurré imitando al “Padrino”: “Ni se te ocurra tocar ese chocolate. Es solo mío. ¿Capito?”
Sonrió, recogió la taza y diciendo ¡Capito! se fue casi tan feliz como estaba yo; no sé si por el regalo o por el detalle de mi hija, o por las dos cosas.

¿Sabías que puedes usar el café de una cápsula usada, para hacerte un peeling natural? ¿Alguna vez te han hecho un masaje corporal con chocolate caliente?

El conocimiento sin pasión por explicarlo, por compartirlo, es una moda vacía. El conocimiento sin humildad, produce rechazo.

Continuará…